viernes, 20 de noviembre de 2009

Comandos de Salvamento: Héroes Anónimos




Fotografías: Chus Álvarez.

Loreto Costa, El Salvador.- Así han bautizado los medios de comunicacion de El Salvador a los Comandos de Salvamento. Popularmente, la gente les llama "pollitos a la fuga" porque siempre andan corriendo de un lado para otro con su llamativo uniforme amarillo. A ellos no les gustan las etiquetas, no se consideran superhéroes, ni tampoco anónimos, tan solo personas con nombre y apellidos, que prestan ayuda a todo aquel que la necesita.

Los Comandos de Salvamento nacieron en 1960. Son una asociación compuesta por unos 3.500 voluntarios que desempeñan una labor de vital importancia en la gestión de catástrofes y situaciones de emergencia. Colaboran tanto en la búsqueda y rescate de personas (vivas o muertas), como en tareas de ayuda humanitaria. Pero su labor va mucho más allá de la atención inmediata, incluye desde la prevención de riesgos hasta el apoyo psicosocial de las víctimas.

"Siempre que hay una catástrofe, las ayudas internacionales llegan con rapidez. Por ejemplo, el gobierno español ha actuado con celeridad tras el desastre causado por el huracán Ida porque tiene un centro logístico en Panamá. Pero esta ayuda es de primera emergencia. Actualmente los víveres están llegando a los albergues, pero ¿qué pasará dentro de un mes cuando se reduzca la ayuda y la gente continúe refugiada sin tener una casa a la que regresar?" nos comenta Roberto Cruz padre, el director ejecutivo de Comandos de Salvamento, que lleva 33 años de servicio.

La mayoría de los miembros de esta asociación se ha incorporado a los Comandos siguiendo los pasos de sus padres o familiares. Este es el caso de Roberto Cruz hijo, que con tan sólo 9 años ya acompañaba a su progenitor. "Yo ya era un comando cuando aún usaba pañales, eran de color amarillo" bromea cuando le preguntamos por sus inicios. Otros, como Jorge Alberto, se incorporaron como un gesto de gratitud. "Cuando tuve un problema familiar yo fui ayudado, por eso ahora quiero ayudar a los demás", y ya lleva 16 años haciéndolo.


Entre muchas otras cosas, nos han comentado que durante su intervención en la reciente catástrofe provocada por el huracán Ida, la tarea más dura ha sido la búsqueda de personas desaparecidas (las cifras actuales son de 194 muertos y todavía hay 80 desaparecidos). Nos han explicado que los perros se utilizan sobre todo las primeras 24 horas porque sólo son capaces de detectar personas vivas. Pero los comandos también han rescatado cadáveres. El último ha sido un niño de 14 meses. Para localizar los cuerpos de los fallecidos se guían por el olor, la abundante concentración de moscas en un lugar y la presencia de buitres. El peor momento se produce al caer la noche. En cuanto empieza a oscurecer les entra la agonía y la desesperación porque saben que si no encuentran a los desaparecidos tendrán que esperar al día siguiente para proseguir la búsqueda.

Nosotras hemos sido testigos y partícipes de una tarea menos dura pero igualmente importante, el reparto de ayuda humanitaria en el Cantón el Sauce Corinto, una comunidad que quedó aislada por tierra y en la que viven 155 familias (unas 1.500 personas). Nos hemos quedado impresionadas por su calidad humana, su eficacia, su capacidad de organización y sobre todo, por su entrega desinteresada en favor de las personas más desfavorecidas y vulnerables. Las palabras se quedan cortas para expresar el mérito y la admiración que sentimos por los Comandos de Salvamento.

1 comentario:

  1. Gracias Chus de exponer nuestra obra en el mundo. -Marco
    www.salvamento.org

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